Ruth Benzacar Galería de Arte inaugura su temporada 2023 presentando a Catalina León en la Sala 1, con esta muestra en la que reúne bordados y pinturas sobre diversos soportes, realizados entre 2014 y 2022.
Con texto de Juliana Iriart
“…En las piezas hay partes que están hechas con intencionalidad y otras que son un rastro, una pincelada suelta mientras iba en camino a hacer otra cosa. A veces veo mi obra como la marca que deja un caracol cuando pasa; pero aunque me vaya, siempre vuelvo a la pintura como refugio. Como espacio flotante donde la vitalidad se renueva.” C.León
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Divina simultaneidad, guardiana y aliada de lo desconocido. Por Juliana Iriart
Pintora de fin de semana, reúne pinturas y bordados que Catalina realizó a lo largo de casi 9 años. Estos períodos largos de trabajo son naturales para ella, que suele dejar que el material marque el ritmo de producción; y por otra parte, se deben también a que su práctica artística se intercala con otras búsquedas y facetas. “…En las piezas hay partes que están hechas con intencionalidad y otras que son un rastro, una pincelada suelta mientras iba en camino a hacer otra cosa. A veces veo mi obra como la marca que deja un caracol cuando pasa; pero aunque me vaya, siempre vuelvo a la pintura como refugio. Como espacio flotante donde la vitalidad se renueva.”
Viendo sus pinturas tengo la sensación de estar casi por recordar algo, algo que soñé, algo que sentí cuando todavía no hablaba, algo con lo que ya nací.
¿Cómo se cuenta una historia toda junta, en un mismo momento? ¡Pintando!
La pintura es para ella “…una deidad, que aún siendo vista no deja de ser invisible. Cuando quiere se presenta, limpia la mirada, ancla, abre el pecho, pone oídos en la frente…”
¿Cuántas veces les pedimos a las divinidades que se presenten para guiarnos?
¡Pidamos con honestidad! Si nos entregamos a lo que viene en respuesta, es posible que nos aventuremos a sentir algo tan verdadero como desconocido, que nos permita descubrir o recordar quienes somos realmente.
Claro que también, como en nuestro mundo nada existe sin su opuesto, dan ganas de dejar de creer, de abandonar, de encontrar solo respuestas que nos permitan convencer a nuestra mente que lo entendemos todo, ganas de olvidar por completo para poder sobrevivir.
Sentir sin la necesidad de entender, ¡es una aventura llena de vida!
A eso nos invitan estas obras.
En esta muestra podemos mecernos entre el pasado y el futuro, entre criaturas, agujeros, cantos, sudores, flores, líneas, plumas, fuentes, sombras, velos, tierra, belleza, soles, miedos, tristezas, amor, alegría, temblores, órbitas, aburrimiento, dolor, fuerza. En este presente nada, nada, nada, queda afuera. Nos habilita el derecho a perdernos, a dejarnos llevar por la pintura que muchas veces parece emanarse a sí misma.
En Pintora de fin de semana hay tanto a la vista que necesitamos coraje para conocer lo invisible, lo ¿no tocable? que hay en ella. Y acá comprendo por completo, su metáfora del caracol, cuando recuerdo la sensación que tengo a la mañana siguiente de una noche húmeda, y por casualidad veo, en un ángulo particular en relación a la luz, un rastro tornasol y espontáneamente gana la curiosidad ¿Qué necesidad, deseo, lamento, le llevó hasta ahí ? ¿Por qué no ahorró camino haciendo líneas rectas? ¿Dónde está ahora? ¿Encontró lo que buscaba?
Cuando vi una de sus obras en el agua recordé del drama de Ofelia. Pero enseguida me llenó un aire nuevo, actual, presente. Sentí una nueva Ofelia, una más viva que nunca, una que elige, sabe, dice, hace, es libre aquí y ahora, y ¡no le cuesta la vida!
Existe un poder que permea cada ser y cada cosa. ¡Entreguémonos! sintamos con la lógica verdadera y profunda que nos ofrecen los sueños, donde todo lo que conocemos se conjura para mostrarnos lo que necesitamos ver.
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El vuelo de los pájaros, caracoles, estrellas, la borra del café. Una carta encontrada en la calle o una mariposa que entra por la ventana en el momento preciso…
Pertenezco al grupo de personas que gustan de los oráculos y las sincronicidades.
No les atribuyo la capacidad de predecir el futuro. Lo que me gusta es cuando azarosamente entran en escena y cuelan sobre mis planes alguna pregunta.
Lo que me gusta es andar por ahí con la sensación de que súbitamente podría entrar en complicidad con un árbol, una canción que suena desde un taxi o una baldosa floja.
La pintura sabe de esto.
El deseo de hacer esta muestra empezó a tomar fuerza cuando pensé que también podía ser la oportunidad de compartir este gusto por los diálogos con los oráculos.
En un sector de esta sala cuelgan 64 frases. Son subrayados que hice en el I´ Ching, y que aguardan a ser llevados cual galletas de la fortuna…
I´ching o libro de las mutaciones, es un libro sapiencial de la antigua china, cuyo origen mítico se sitúa unos 3.000 años AC. En él, se describen 64 situaciones frente a las cuales las sociedades y las personas pueden encontrarse, y los posibles modos de responder ante ellas. Se trata de un texto oracular. Se forja una pregunta y luego se arrojan unas monedas, cuyo resultado indicará cuál de sus textos corresponde leer en ese momento.
Muchas veces las situaciones son descritas en comparación con el comportamiento del agua, el viento, la madera, animales, etc. Es un libro complejo, que destella claridad y a la vez es críptico. Al leerlo hoy, su visión patriarcal puede generar distancia, sin embargo, si esto logra trascenderse podemos abrirnos a la sabiduría concentrada en el texto.
Quise compartir partes de este libro, porque me ha orientado en situaciones claves de mi vida. Los subrayados son un recorte personal de los textos, de ninguna manera lo sintetizan. La versión del libro que utilicé es la traducida, del chino al alemán, por el sinólogo Richard Wilhelm y del alemán al español por D.J. Vogelmann. Este último, escribió además una presentación del libro, donde dice:
(…) Toda pregunta clara lleva en sí misma la respuesta.
Si acaso llegaron aquí con alguna inquietud, lxs invito a recorrer estas pinturas dándole forma a su pregunta. Y si ese no fuese el caso, igual pueden llevarse una frase elegida adrede o al azar. Es posible que en algún punto del tiempo esas palabras y sus cuerpos se encuentren.
Catalina León Marzo 2023