MARINA DE CARO

Tierra de las emociones perdidas

28/06 to 10/09

Tierra de las emociones perdidas es un ejercicio en el cual la artista se pregunta “¿cómo mostrar los diálogos posibles entre el arte y la educación? ¿es posible un manifiesto visual? El arte es la gran tierra donde ensayamos otros mundos posibles y sin duda es un espacio para compartir. La escuela es la gran tierra donde ensayamos otros mundos posibles y sin duda es un espacio para compartir.”

La muestra se podrá visitar hasta el viernes 10 de septiembre, con cita previa y respetando el protocolo COVID-19.

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¿Cuántas imágenes hay dentro de cada imagen?

¿Cuántas palabras hay dentro de cada palabra?

¿Qué hay entre?

 

Estas son algunas de las ideas y acciones que persigo y me persiguen cuando pienso en el arte y cuando pienso en la educación:

La autonomía

La política de los pequeños gestos

Las ideas que destiñen

Multiplicar los imaginarios sociales

Tejer hasta la realidad del deseo

Encontrarse con maestros disonantes

¿Por qué las normas son irrespetuosas con nuestras subjetividades? ¿Podemos imaginar aprender por fuera de ellas?

Una escuela de las emociones perdidas, una escuela del Ocio, de las transparencias nocturnas, una escuela sin razón… Una escuela accidental que sucede en cualquier lugar, en cualquier momento, de la mano de un/a amigx, de una imagen, de un sonido, de alguien desconocidx, que aparece y desaparece repentinamente, un falansterio de las artes.

¿Es posible un manifiesto visual?

La imagen, las obras que aparecen frente a nosotrxs, en esta muestra, se desenvuelven a cada paso, en cada espacio, en cada instante, en múltiples sensibilidades. El espectador tiene la palabra.
En la tierra de las emociones perdidas, cada habitante dibuja su mapa único, multiforme y cambiante.

Marina De Caro.

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Marina De Caro, una educación a través de la incertidumbre
Entrevista realizada por Marie Maertens.

¿Sobre qué tratará su próxima exposición en Ruth Benzacar Galería de Arte?
Se trata de un proyecto desarrollado en torno a las relaciones entre el arte y la educación, un ensayo de manifiesto visual. Este tema me interesa mucho porque, para mí, el arte es un aprendizaje en el cual uno toma algo y lo redistribuye. Diferentes soportes, entre ellos, óleos sobre papel doble faz cosidos o esculturas, van a dar cuenta del modo en que mi trabajo y mi pensamiento van construyéndose. Hace varios años, llevé a cabo experiencias en torno a otras escuelas posibles, en referencia a los picnics anarquistas en boga entre los siglos XIX y XX, los cuales versaban sobre la idea de la Escuela moderna. “Escuela“ es una palabra que no me gusta, pero el aprendizaje es un lugar de experimentos micropolíticos que sí me interesan. Entonces me pregunto: ¿Qué es una escuela? ¿A qué otras palabras remite?… Mis escuelas son utópicas, sin razón, accidentales, de las emociones perdidas, falansterios para las artes… Esas obras combinan mis proyectos de escritura con mi aproximación al arte, que consiste en el encuentro entre la diversidad de identidades, materiales, imágenes, obras y, también, espectadores. Interrogo ese espacio vacío en el que se producen los intercambios y las experiencias entre todxs.

Por otra parte, usted se presenta en sus escritos como artista e historiadora del arte. ¿En qué medida esto es importante?
Mi trabajo considera la experiencia física y háptica antes que el análisis conceptual de lo que he producido. Comienzo con intuiciones o ideas y después procuro materializarlas visualmente. Una parte de mi trabajo consiste en comprender por qué selecciono una imagen y no otra, luego dejo la interpretación abierta para que el espectador encuentre los nexos entre los distintos elementos.

¿Podría hablar también de los trabajos de las artistas argentinas que la precedieron? Me refiero en particular de Eileen Agar, por el aspecto surrealista que podemos encontrar en sus dibujos, o de Marta Minujín, por los happenings o la multiplicación del objeto de arte…
Sí, esto es importante para mí, sobre todo porque en Argentina perdura la tradición de no dialogar con nuestra propia genealogía, sino más bien con artistas visuales extranjeros. Me gusta mucho Marta Minujín, como también Raquel Forner, Delia Cancela o Lidy Prati y lxs artistxs de nuestra época. Las mujeres siempre están un poco al costado, lo cual les brinda un espacio de libertad más grande para desarrollar su propio lenguaje. Esos recorridos son silenciosos, pero permiten una mayor provocación. Formo parte de un grupo de artistas llamado Las desesperadas por el ritmo (Ana Gallardo, Marcela Astorga, Cristina Schiavi, Mónica Millán, Adriana Bustos y Elba Bairon)con quienes hicimos canciones en homenaje a las artistas plásticas. También trabajo con un colectivo feminista de trabajadores del arte reunidos bajo el nombre de Nosotras Proponemos. No obstante, no me gusta la militancia clásica y reivindico la poesía como el lugar menos hegemónico; es el espacio donde uno puede estar por fuera de la norma. ¡Y eso me gusta mucho!

Usted habla de música, pero también hace performance, escultura y costura, además de dibujo y pintura. ¿Cómo experimenta o jerarquiza esos distintos medios?
Mi primera aproximación al arte fue a través de la danza porque de niña quería ser bailarina y continúo practicando. Actualmente, trabajo tomando el cuerpo como el lugar del saber, desarrollo ejercicios a ciegas en los cuales la conceptualización es posterior al ejercicio y experiencia háptica. En mi taller, trabajo formulándome hipótesis y es el trabajo con la obra lo que me permite responder a mis interrogantes.

Me gustan mucho los oficios, que no siempre conozco bien. Así que, estoy intentando dominarlos, aprender su uso. Cada obra tiene sus necesidades técnicas que escucho y propongo, al mismo tiempo. La técnica es un lugar de reflexión donde la metáfora aparece, los gestos son el sentido. Durante la pandemia, por ejemplo, quería realizar esculturas y, como no podía reunir a un equipo a mi alrededor, estas resultaron ser de una técnica muy sencilla, posible de ser construidas en una espacio pequeño. Son alambres con los cuales construyo espacios o creo vacíos. El dibujo es una lugar de reflexión, donde tomo ideas. Es una escritura y una representación de las energías de mi cuerpo. Intento acercarme a las emociones de otro modo con el dibujo, bien despacio, con o sin ideas previas…

Está preparando su segunda ópera para el FRAC [Fondo Regional de Arte Contemporáneo] Franche-Comté, la cual será presentada allí en 2023. ¿Cómo se inscribe esto dentro del resto de su trayectoria?Participo en otro grupo de militancia poética y transversal, Cromoactivismo, (Guillermina Mongan, Victoria Mussoto, Daiana Rose, Mariela Scafati y yo) con quienes reflexionamos acerca de los colores, su poética y su dimensión política. Fuera de las normas industriales codificadas, nombramos las tonalidades luego de nuestras experiencias individuales, sociales y políticas. En 2018, para una exposición en MUNTREF, quise visibilizar  la inmigración anarquista en Argentina realizando una investigación sobre sus principales agitadores y sus textos, lo que dio cuerpo a una carta de colores, reconstruyendo las principales características afectivas: Rojo Bolten, Azul Acción Directa, Verde Emancipación Plural, Negro Poder Colectivo.

Para continuar con la investigación, me invitaron al FRAC Franche-Comté. La ciudad de Besançon, donde se encuentra el Fondo, es la tierra natal de Charles Fourier y Pierre-Joseph Proudhon, precursores del anarquismo y del socialismo utópico. Desde ese momento, continúo trabajando y escribiendo los textos para la ópera que presentaré en 2023, a partir de las citas bibliográficas de mujeres anarquistas. Me gusta observar cuando la poesía converge con la historia, pues eso crea utopías.

Works

La mirada que distancia
2021 Yeso y bronce 85 x 87 x 127 cm (Disponible)
Nunca es suficiente
2021 Pastel tiza sobre papel cosido a máquina 112 x 84 cm (Disponible)
Contra-escritos
2020 Témpera e impresos sobre papel, costura a máquina 108 x 88 cm (Disponible)
Picnic: Ocio la escuela
2020 Tela pintada al óleo, goma espuma y cierre 134 x 130 cm
Picnic: Falansterio de las artes
2021 Tela pintada al óleo, goma espuma y cierre 159 x 147 cm (Disponible)
Picnic: Escuela de las transparencias nocturnas
2021 Tela pintada al óleo, goma espuma y cierre 145 x 146,5 cm (Disponible)
Picnic: Escuela sin razón
2021 Tela pintada al óleo, goma espuma y cierre 152 x 156 cm (Disponible)
Picnic: Escuela de las emociones perdidas
2021 Tela pintada al óleo, goma espuma y cierre 152 x 150 cm (Disponible)
Picnic: Escuela que escucha
2021 Tela pintada al óleo, goma espuma y cierre 148 x 140 cm (Disponible)
Picnic: Maestros disonantes
2021 Tela pintada al óleo, goma espuma y cierre 145 x 140 cm (Disponible)
Picnic: Escuela accidental
2021 Tela pintada al óleo, goma espuma y cierre 147 x 156 cm (Disponible)
Picnic: Cuerpos brújula
2021 Tela pintada al óleo, goma espuma y cierre 143 x 147 cm (Disponible)
Flor
2021 Cerámica 40 x 18 x 7 cm (Disponible)
Naves nubes
2021 Tinta, pastel tiza, óleo sobre papel cosido a máquina, cinta al bies 235 x 118 cm (Disponible)
Naves nubes
2021 Tinta, pastel tiza, óleo sobre papel cosido a máquina, cinta al bies y guata 149 x 131 cm (Disponible)
Naves nubes
2021 Óleo sobre papel cosido a máquina, cinta al bies y guata 84 x 204 cm (Disponible)
Naves nubes
2021 Tinta, pastel tiza, óleo sobre papel cosido a máquina, cinta al bies y guata 130 x 89 cm (Disponible)
Naves nubes
2021 Óleo sobre papel cosido a máquina, cinta al bies y guata 64 x 139 cm (Disponible)
Naves nubes
2020 Óleo sobre papel cosido a máquina, cinta al bies y guata 150 x 101 cm (Disponible)
Naves nubes
2020 Óleo sobre papel cosido a máquina, cinta al bies y guata 184 x 148 cm (Disponible)

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