La muestra está compuesta por cuatro nuevas obras de gran formato, realizadas en hierro trefilado de 8 mm., instaladas en las paredes de la galería como si fueran cuadros: pinturas en hierro.
Estas piezas conectan los ciclos de la trayectoria de Siquier. Su origen son aquellas carbonillas que estuvieron en la muestra realizada en la galería en el año 2003. De esos diseños derivó la escultura presentada en el Centro Cultural Recoleta en 2012, actualmente emplazada en el Parque Thays.
Las obras que presenta en esta muestra son, entonces, una vuelta a la pared de esos diseños, pero manteniendo el hierro como material constructivo.
“A pesar de lo que podía esperar, a traves de los años, el grado de desconcierto que mi propio trabajo me produce y el grado de confusión a la hora de explicarlo, ha ido aumentando.
Eso, sumado a la cada vez más lejana presencia del cuerpo, hicieron que el cerebro fuera el centro de todas las operaciones, con resultados nefastos”
Pablo Siquier.